viernes, 29 de febrero de 2008

manuel

A veces cuando llueve corro a tu puerta y duermo mordiendo mariposas y orejas que encuentro

en mis bolsillos o salen de mi boca, las he visto todas nacer en la comisura de tus labios mientras

llorabas frente a mi cabecita gacha y mi corazon dislocado batiendo sus alas rotas en tu ventana