A veces cuando llueve corro a tu puerta y duermo mordiendo mariposas y orejas que encuentro
en mis bolsillos o salen de mi boca, las he visto todas nacer en la comisura de tus labios mientras
llorabas frente a mi cabecita gacha y mi corazon dislocado batiendo sus alas rotas en tu ventana
viernes, 29 de febrero de 2008
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